Ahora nos vamos a remontar al mes de julio del año 1936, donde fueron entregados a sus arrendatarios los campos adjudicados. De ahí siguió una época de hacer cercos y construir su planta de la estancia y los puestos para llegar al mes de febrero de 1938, en donde se timbró el libro en el servicio de impuestos internos y comenzó la vida oficial de la Estancia Ganadera María Eugenia.
De esa época tenemos recuerdo que un 15 de Marzo del año 1938 Don Luis Silva hizo la primera filmación de los animales de raza Karakul, que llegaron a inaugurar un pequeño plantes en el predio.
El 17 de Marzo, dos días después, el señor De Grenade inspecciona los corderos para la matanza. En este punto hacemos notar que la primera persona que recibió su salario en la estancia, fue Don Pascual Oyaneder, quien llego con mi padre desde el continente y ya en septiembre de ese año, varios obreros prestaron servicio en el predio entre los que reconocemos a don Antonio Nauto, don Guillermo Alvarez, don Antonio Baleta, don Manuel Arteaga. Como Transportistas Don Ahmed Ali, don Manuel Arteaga y don Estanislao Fuentes.
En esta época también se terminó de pagar a Don Alejandro Alvarado, contratista a cargo de las construcciones y en el final de los alambrados a Don Antonio Arteaga y don Antonio Mayorga.

De este grupo de trabajadores , muchos siguieron con mi padre, y de ellos quiero destacar a Don Antonio Nauto Gómez que trabajó más de treinta años con la familia y solo cuando la salud lo recluyó en su cama en los últimos años de su vida , dejó de trabajar con la familia Gligo, ( falleció dos años después de mi padre y siempre lo recordaba con cariño).
Hasta aquí llegamos hoy y en un próximo día hablaremos de los primeros años de la estancia en relación a los cuatro hermanos que nos criamos en ella …

Fotografías gentileza de Eugenio Gligo.
Para saber más te invitamos a leer:
Qué bueno tener las memorias escritas del lugar donde uno vive porque les añade mayor valor cultural y turístico, además del que ya tienen por su belleza intrínseca
Para revista Mittofire, es un gran honor el poder contar con las memorias de don Eugenio Gligo, ya de 80 años y mas en esta época de pandemia que estamos viviendo, ya que le da la oportunidad de ocupar su mente y sentirse útil que es lo mas importante.